Dormir totalmente a oscuras ayuda a que tu cuerpo descanse mejor. Esto permite que llegues a las etapas de sueño más reparadoras, como el sueño REM, que es clave para recuperarte físicamente y mentalmente. Al evitar la luz, tu cuerpo produce más melatonina, la hormona del sueño, lo que reduce el estrés y te ayuda a despertar más descansado, con más energía y un mejor ánimo.